La palabra “Bautismo” proviene de la palabra griega “baptizo” y literalmente significa inmersión. Entonces, cuando hablamos del bautismo en agua, estamos hablando de inmersión total en agua, no solo de una pequeña aspersión. El bautismo en agua es un acto de obediencia que sigue a la conversión para representar simbólicamente el lavado de nuestros pecados. El bautismo en sí no trae salvación; La salvación inspira el bautismo en agua. Aquellos que han recibido a Jesús en sus corazones deben desear seguirlo en esta ordenanza. Jesús mismo vino a Juan el Bautista para recibir Su bautismo en agua porque debía tomar los pecados del mundo en Su muerte.